El magnesio facilita la generación de energía corporal y ayuda al desarrollo óseo y muscular mientras que una deficiencia en magnesio puede provocar, fatiga, debilidad o naúseas.
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El magnesio es un mineral muy abundante en el organismo, aproximadamente unos 25 gramos, principalmente localizado en los huesos (50 a 60%). Actúa como cofactor necesario en más de 300 reacciones enzimáticas que regulan diversos procesos bioquímicos del organismo incluyendo la salud ósea, funciones musculares y nerviosas, control de la glucosa en sangre y regulación de la presión sanguínea.
El organismo excreta diariamente, vía urinaria, unos 120 mg de magnesio que deben de ser repuestos para no provocar un desequilibrio orgánico.
Un adecuado nivel de magnesio facilita la generación de energía corporal y ayuda al desarrollo óseo y muscular mientras que una deficiencia en magnesio puede provocar, fatiga, debilidad o naúseas. Si la deficiencia aumenta de manera significativa, puede llevar a calambres musculares, arritmia cardiaca, presión arterial alta o pérdida de calcio y potasio a nivel sérico debido a la ruptura de la homeostasis mineral.
Por todo ello, este mineral se puede considerar un elemento esencial en el mantenimiento del equilibrio en la arquitectura del organismo humano que con frecuencia no se repone convenientemente con la dieta diaria.
El magnesio facilita la generación de energía corporal y ayuda al desarrollo óseo y muscular mientras que una deficiencia en magnesio puede provocar, fatiga, debilidad o naúseas.
